Por qué cambia nuestro apetito sexual en verano

Algunas personas llaman al verano la "estación del sexo", ya que en esta época del año el deseo sexual aumenta y se dice que podemos ligar más y aumentar las relaciones. El calor llama al calor, pero existen otros motivos por los que en verano todo es más caliente.

En la época de verano estamos un poco más relajados, por tanto, nos encontramos de vacaciones escolares y podemos que aprovechar estos días libres en la playa o en cualquiera de nuestros lugares favoritos.

Los días son más largos y recibimos más luz del sol, por eso tenemos más tiempo y mucha más energía y esto se ve reflejado en el aumento de nuestras relaciones sociales y sexuales.

Razones de por qué cambia el apetito sexual en verano

En verano la luz del sol nos estimula y con ella producimos oxitocina, endorfinas y testosterona, por eso el apetito sexual se intensifica, además caen los niveles de melatonina y aumenta nuestra líbido. Por otra parte también usamos menos ropa y la piel morena es un gran atractivo para la vista.

En la web DiarioBahíadeCádiz se publicó un artículo dónde hablan un poco más sobre el apetito sexual en verano y cuáles son los mitos y las verdades sobre este tema.

Estudios que se han realizado han dado a conocer que en verano el número de relaciones sexuales aumenta siempre y cuando las temperaturas no sean extremas, pero son los meses en los que las personas conciben menos, aunque parezca contradictorio.

Al aumentar la testosterona damos un motivo para revolucionarnos hormonalmente y mantener relaciones sexuales con más frecuencia. Los hombres predisponen a la liberación de estas hormonas de forma natural.

Existen personas que se han encargado de calcular cuántas horas de luz hacen falta para que el deseo se ponga en acción y el mejor momento del año para concebir y disfrutar del sexo es cuando el sol brilla más, al menos durante 12 horas al día. Esto en verano se cumple a cabalidad, pues, los días son más largos.

En los meses de verano logramos cambiar nuestra vestimenta y exponemos más partes del cuerpo, vestimos de forma más atractiva y salimos más de casa, compartimos más con amigos y conocidos o familiares y nos volvemos un poco más sociables.

Por otra parte, nuestro amor y nuestra actitud cambia y esto logra cambios fisiológicos que impulsan a que nos sintamos más activos, felices y atractivos.

Las feromonas también juegan un papel muy importante en los seres humanos, algunos mamíferos y primates usan este tipo de señalizaciones para indicar cuál es su estado de ánimo o su disposición para tener relaciones sexuales.

En los seres humanos no somos capaces de hacer eso, pero si somos capaces de recibir señales que nos permiten distinguir entre hombres y mujeres.

No hemos encontrado hasta ahora ninguna hormona relacionada directamente con el sexo en los seres humanos, pero si sabemos que somos los primates que tenemos más glándulas sebáceas en el mundo, pero no tenemos pelos en todo el cuerpo.

Definitivamente, existen feromonas que nos ayudan a aumentar nuestra libido y que en verano se alteran en beneficio de nuestra pareja, aunque no existen pruebas reales de que esto sea así, esta es una época que nos llena de emoción, es tranquilidad y alegría.

Nuestra forma de pensar cambia y nuestra actitud también y esto logra cambios fisiológicos que impulsan a que nos sintamos más activos felices y atractivos.

Estudios que se han realizado han hallado conclusiones positivas entre la vitamina del sol y la calidad del semen con algunos andrógenos. El astro rey tiene una influencia directa sobre el deseo sexual y también sobre la fertilidad.

Algunas pruebas que se realizaron también con la vitamina D llegaron a dar la conclusión de que aumenta los niveles de testosterona, por eso la asociamos con la luz del Sol y el aumento de la libido durante el verano.